No le intelpleto lo que me quiele significal
Restorán chino Lai Lai. Fono 4780 4900. En el barrio chino, por supuesto.
Los chinos tienen muchas cosas buenas. No discrimino. No discrimino injustamente, digo. Pero si hay algo que los chinos no tienen, es swing. Y entre dichos exponentes, el que mejor representa tal adolescencia es el que atiende el delivery en el restorán Lai Lai. Adorna su inconmensurable apatía con un castellano casi inexistente, y no parece tener intenciones de mejorarlo.
La comida es buena. La de los chinos. Sin embargo su estrategia para mentarla conlleva una cuota de redundancia infértil de la que fui víctima, y dos compañeros míos fueron collateral damage.
No transcribiré la conversación, pero digamos que yo preví que tendríamos problemas, ya que los diferentes menúes disponibles se llamaban chau-fan, chau-pan, chau-can, chau-tan, chau-man, y chau-ran (léase chau-lan). Al momento de hacer el pedido, dije:
- Quiero dos chau-PPPPan de cerdo. Y uno de pollo.
Seguramente el chino recibió la humedad de mi pe a través del tubo.
Creí innecesario aclarar en castellano las especificaciones del menú. Nótese el uso del pretérito en la frase precedente.
Como los lectores habrán anticipado, mis compañeros y yo debimos clavarnos sendos chau-FFFFan.
Llamé. No para devolver los pedidos, porque temería que me califiquen "culo con rosca" o que me digan rotundas verdades como "qué vas a hacer cuando estés en la guerra", sino para educar al oriental y ponerme a su servicio haciéndole notar el riesgo de que futuros comensales clientes más roscados que yo le impliquen un segundo viaje y un reubicamiento del primer menú (no me creo que lo tiren).
En fin, me atiende un perfecto argentino. Cuando le digo que quería comentar un equívoco en el menú, me pasa con el oriental descastellanizado. A buen monte vas por leña. En fin. Tuve sano entretenimiento discutiendo con el chino si se trataba de chau-PPPan o de chau-FFFan.
Conclusión: No le compro hasta el próximo año nuevo chino.
Decí "arpiste".