Te corto el consumo por jetón
martes, marzo 02, 2004
  Vendedor que no quiere vender.
Existe una especie de vendedores que no tienen ganas de vender. Los sociólogos siguen investigando qué proceso los llevó a posarse tras el mostrador.

Bolichín de computación (¡venden pantallas de computación!) en Juramento y casi Arcos, al lado del Banco Molokos. Tiene el típico nombre de bolichín de computación sin imaginación. Seguro tiene un Tech, un Comp o un Micro o un Byte como parte del nombre.

Está justo en medio de los dos tipos fundamentales de bolichines de computación. No es la ratonera mugrienta con precios superbaratos en la que te atienden por una mirilla en la pesada puerta y piden santo y seña para acceder a la transacción. Tampoco es el lugar estilo Gerente General Estamos Trabajando Para Usted Y Le Rompemos El Toor Por Calidad Servicio Y Limpieza Y Odiamos A Los Clones. Tiene lo peor de ambas partes.

Inocente Comprador: --Hola. Tengo una nótbuc que no anda y quiero saber que tiene.
Vendedor que no quiere vender: --¿Y qué tiene?
IC: --Eso es lo que quiero averiguar.
VQNQV: --¿Pero qué le pasó? ¿Cuándo dejó de andar?
IC: --No sé. Un amigo me la regaló y me dijo que me encargue. No enciende.
El VQNQV mira con una expresión mezcla de desconfianza y de investigador privado a punto de solucionar el caso.
VQNQV: --¡...!

(bueno, son dos personas, al diablo con los nombres en negrita)

--¿Pero por qué no la trae el dueño?
--Porque no tiene ganas. No quiere. Me la dio justamente por eso.
--¡...!

(El IC estaba a punto de confesar un robo, como para darle ingredientes a la trama, que el VQNQV parecía necesitar)

--Digo... si hacés esa clase de laburo.
Tras diez segundos: --Sí, sí. Traela.

A los dos días.

--Hola. El otro día te pregunté sobre hacer un presupuesto para arreglar esta máquina...
--¡...!
--Para ver por qué no prende.
--Pero no tiene la fuente.
--Claro, la traigo para ver si podés probar alguna fuente que vos tengas.
--¿Sabés lo que pasa? A nosotros nos cuesta mucho laburo poner esfuerzo en probar esta máquina. Y si después no hacés el trabajo...-- Terrible suspenso.
--El tema es que no puedo decidir si voy a arreglarla antes de saber qué tiene.
--Claro, pero a nosotrosnos cuesta mucho...
--¿Me querés decir que cobrás el laburo de presupuesto?
--¡NoooooooooOOOooooo! No, no, nonono... pero si no sabemos si vas a hacer el trabajo...
--¿Y qué forma hay de que yo sepa a priori si lo va a valer la pena?
--Porque no es muy nueva esta computadora, y está medio golpeada--. Lo dijo con otras palabras.
--Sí.
--Y si tenés que comprar una fuente vas a tener que pensar en unos $300.
--Ajá.
--Y a lo mejor te conviene comprar una nótbuc nueva.
--Ep.
--Entonces, si vos me decís que hay un 90% de probabilidades de que vas a hacer el trabajo...
--¡...!
--... la revisamos...
--¡...!
--¡...!
--No, dejá.

El cliente se despide presa de una terrible tentación de manipular subrepticiamente y en su favor la teoría de las probabilidades, y cantarle un "though luck, man" a El Vendedor Que No Quiere Vender.

Quizás El Vendedor Que No Quiere Vender tiene razón en este caso. Debo aceptar eso. Pero de cualquier modo, le falta poder de decisión al fulano. Se nota desde el aspecto del local.


Medio pedorra esta denuncia ¿verdad?

No se desalienten. En nuestra próxima entrega estudiaremos otra especie exótica: El Vendedor Mal Atendido (y que atiende mal, por supuesto)
 
Hay comerciantes que realmente no tienen ganas de vendernos, y por eso nos atienden con cara de upite, mal, dan servicios del ocote, o hacen del trámite consumista un averno. He aquí mis opnioines de Pitufo gruñón.

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