Con el auge de Floricienta, apareció una serie de productos que se pueden apreciar en cualquier niña de entre los dos y los... ehhhhhh... las cifras oficiales varían respecto a cuál sea la época de finalización para el fenómeno de Floricienta (no confundir
desfloricientación con
desfloración, aunque por momentos coincida).
Lo importante aquí es que entre tantos productos han salido también manzanas... O mejor dicho, han bautizado manzanas con su nombre, por medio de las típicas etiquetitas de fruta, a las que en los últimos tiempos nos hemos acostumbrado.
El tema, es que estas etiquetitas tienen un pegamento de lo más vil que no permite ser quitado de buenas a primeras. Hay un proceso de frotación, arañamiento, y en el peor de los casos, hasta ha llegado a utilizarse el ofídico método
muerdoyescupo.Desde luego, podríamos pasarnos años hablando de los perjuicios que provocan este tipo de descuidos, entre los cuales, la muerte súbita es uno de ellos.
Por lo pronto, creo que es menester avisar a la población, a través de alguna campaña de concientización.
Una vez más: ¡Señor Ibarra, ocúpese!
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